En vez del 11[1]
Ella está
dormida. - Pura - Quieta - Navegando,
donde la yerba,
y la protege, en su barca de antaño
su imaginario
futuro de reales ilusiones.
Y si no fuera
yerba
entonces, sábanas
azules o esa mortaja de espinas
y la yerba esfuma
su atractivo.
No importa qué,
pero dormida
desde hace 100 años
en su vuelo, su
quieto arrastrar los recovecos.
Con sonrisa y
literaria, cuerda como la espuma:
la bruma: el
sudor: antes que el mar llenara
de profilácticos
de espuma avergonzada:
el mercado
engendra el desastre colectivo en la
desidia
repetida: la voluntad de los tontos: el individuo
que aísla su
intemperie.
El aire, los
átomos del aire, conmovido se han,
permanecen
estáticos, la contemplan, quietos, holgazanes,
ecoizan la
cordura: su desazón / de entonces y misterios
y en el entorno
ha crecido un silencio
más profundo que
el antes y del caos y del inicio
para su pequeño
desafío y retorno en la cordura.
Esto deberías
creerlo o negarás: hechos físicos
irrefutables en
su delicia; su divina torpeza o coito primigenio.
Ellos, esas no
voluntades, la naturaleza siempre bullente / y activa,
disputan quién
la acaricia o primero quien toca y la menea:
como asunto del
azar necesario: esa música sagrada.
Puesto que viven
en probabilística civilidad
el nitrógeno
arrasa los destinos, sin duda,
sin la menor
ambivalencia o moral.
También
enmudecidas las lluvias:
Él, que conoce
silencios construidos,
aprovechará el
artefacto, la pausa necesaria,
para traerte,
bella y durmiente, tus ofrendas:
No el oro.
Ni la mirra.
El incienso? No.
Tampoco un ram
a de olivos. Ni
acaso el silencio. Conjuros, entuertos,
enmendaciones
rejuiciosas. Nada de eso.
Puesto que ella
es.
Y humana,
una diosa, sí,
por donde la miren,
porque transpira
y florece,
aquí deposita su
humana ofrenda
una que no sea
simbólica o bien intencionada.
Lo que ansía es
despertarla.
El regreso a la
cordura.
Y entonces abrir
tus muslos. Prosecutarla de buenas intenciones.
Pero a la fuerza
del mito. No.
Más bien, Como
obligación necesaria, dijo.
O al menos besar
tus labios para humedecer la soledad
de reposos y
partidos.
- Si conservan
el orden del discurso, la lógica del tiempo-
Besar tus labios
/ y primero.
Sus labios que
invitan al pecado más estridente:
la culpa menos
confusa,
al destino más
certero, al meritar de manera
y velada, y sólo
como indicio,
only if you think about it / o recuerda.
Perpetrar sobre ellos su Beso Original.
Que no roce, ni culpa. Altere el desociego.
Pero se
contiene, lo vigilan,
cuida sus
palabras,
con cauto mayor
que si fueran reales, como
su Original Beso,
porque nada es cierto: Ni lo que ocurre es cierto,
si no lo hubieran:
sido y escrito.
Ya ven, el
Magnicidio nunca fue,
porque no hubo /
y sentencia,
ni su ejecución
conoció de escribano atento,
salvo dos que
han callado para siempre.
Y una hija
refocila el descriterio.
Sabemos que
esto, que es pura ficción, aislada caricia,
palabras en
busca de lugar en el mundo,
hace cauce
porque casi es
porque estás
allí
dormida
a merced del
aire.
¿Y cómo
contenerla?
"Hemos
escuchado tu ruego", dijo
y tomando un Cau
Cau la palabra
escuchó
susurros,
"Junta
yerba", "Necesitarás yerba para 100 años",
"Si sólo
fueron 40", gritó enardecido.
"¡Necio,
pero tú crees todo lo que cuentan?"
Ah durmiente
amada,
Él viene a
perturbar tu paz, a despertarte para oscura vida.
Se está adelantando, se enreda,
perturba la imaginación, enmudece lo onírico.
Hace trampa.
Ricardo, dice una: estás delirante.
Godoy, escucho otra: Cuida su perfil
sicólogo, de
mercado abierto: Todo le será puesto
en la balanza y
no te darán, ni el cargo.
El meollo es
despistar. No dar el brazo a torcer.
Que duele.
Conservar el
triunfo hasta el momento necesario.
No apresurar la
imagen salvadora.
Bueno, dijo, ya estoy metido en esto
y debo acabar,
acabar, acabar,
acabar,
qué palabrita.
El término de la dulzura.
La más cierta de las durmientes.
Aquí traen para
diestro, este orgasmo, y paridasial,
este orgasmo / y
telúrico,
este orgasmo
y extragaláctico,
o uno Tibetano
si prefieres.
Prefieres?
¿Ovnivisado?
Sin uso,
nuevo, Vicente,
al cabo
importado al Moll de todos los alumbres.
Como reflejo
necesario.
Desde el Tibet y
en Ovni, y por cierto en trocas
llegan las
superficies
de todo aquello
que es y renovado creen
y viejo y sonso,
digerible, fácil, lleno de prestigio,
brillo. Y no
debes olvidar.
Tal vez te hayas
ya contaminado.
El que tú
quieras, o imagines / y +:
Por supuesto que
sin su intervención.
Como anécdota
desarmada.
Que solo importe
su soporte y para nada su medio.
- Me cuido -
- Cuida su
perfil -
Y No se olvida.
Vía Internet:
Moderrno, electrónico,
un ramitillo de
poleo, una gárgola flotante,
garantizado,
sanitisado, centro centro,
el reflejo de haz
eletrodoméstico
Sida Negativo:
Barbarélico.
En comprimidos
de tiritas y humitos.
Diseñado. / Y
por computadoras.
Pero si no eres dada a los placeres de la raza, ¿Cómo
saberlo
en tu sueño de
verano
Qué podría?
¿Pisco sours?
¿Un Mercado
ideológico?
Yogur esotérico?
Si a penas.
Intentarase aproximación ecológica
autosostenida de
dimensiones humanas:
!(¡¡¡¡????)¿
Para ti este pehuén de amores concebido antes de
Lautaro.
Original, sin
mella, o aún más
antiguo.
Librísimo de pecado: como dulce prístino.
Cuando hacer era
natural.
Concebido antes
del Cau Cau Vilú:
Impronunciado.
Cuando no había instrucciones
ni las azules.
Sin sonidos, que
contaminen la espera.
Cuando aún no
torturaban Forestales juiciosas.
Ni siquiera en
la mente de esos Pillanes tan juguetones.
Pehuén mítico, a
la medida de tu sueño,
con todos sus
piñones y de plata
sus hojas de
esmeralda y guerreras
raíces de época
terciaria
con choroyes de
oro
y en su pico:
En concepción
virginal, conocido de nadie:
que nadie había,
salvo
Tres pehuenes
idénticos
pero uno solo y
distinto.
O si el
araucaria milenario no te basta
para ti, sueño
de palabras:
La cumbre del
alerce mitológico
depositado a tus
pies en sueños de codicia
más inmensa y
elevada
más terrible,
blanca, solemne, quel macizo ajeno
o nuestro padre
Aconcagua:
o la busca del
sí mismo.
Eso sí, del lado
del futuro, sin disputa, del lado y de nunca
de las aguas:
reivindicado, estipulado en mapas,
soportar el
asalto concertado del jurista
y el gorila
aventando un mistral sereno
de cualquiera de
los dos extremos de la divisoria fraterna
y fractalizada.
Pero en fin: Si no te parecen los nuevos honores
los airosos
guerreros de lado y lado,
un guerrero
airado todo lo mancha,
lo llena de
giros, voces, municiones,
entonces
Durmiente:
La
circunferencia de 100 hombres de este Boldo de antes de la Patria?
Todas las aguas
del Bío Bío?
Todas las aguas
del Plata?
Rocas?
¿Todas las
nieves del Campo de Hielos?
Mejor aún: Todas
las Nothofagus Pumilio,[2]
inimaginables,
antes que la Conama
decidiera / y
cuidarlas? Ja!
O, Definiente:
La Ley de
Conservación del Bosque Nativo.
HAZLA TU.
La publicaremos,
oficialmente,
con decreto y en
blanco,
nada es perfecto
en la vida;
es decir, no hay
otra.
Pero nada.
Sigues durmiente
en la leyenda,
ajena a todos.
Extraña de re-atinados comercios.
Ah voluntariosa,
neutralizaremos tu estupidilla representación
de siamesa:
Zeus, Tor, que
un rayo la parta!
Y tú, Dios
volcánico, alumbra y truena
la imaginación
liberta,
y al eterno
retorno por fin le demos el bajo
– su paralizante bajeza –
y perpetúe nuevo
sol para nuevos sueños
un beso, un
beso, un beso,
no un beso
andrógino-frodita.
Un beso para
nuevo comienzo
caliente
jugosito, con toda la fuerza de la cuática.
Every body cares about you.
Un beso, un beso, un beso.
Never fall in love again.
Con todo el poder de la Pacha Mama.
Un beso que sea diálogo de iguales.
Una heterodoxia que sea beso y más beso.
O rugido. Pero nada de soplos o narices.
Y el aire se
aprovecha - airado -
y tus labios que
son - ríen,
y el nitrógeno
de - lira.[3]
No más
coqueteos, interrumpen nomos que se cuelan no invitados.
Asumirás tus
labores de cuentero realista:
Conjuran los
Dioses, Persas.
Conjuran los
Dioses, Medos.
Conjuran los
Verdaderos Dioses,los más antiguos,
a ejercer sus
derechos de primogenitura:
Para ti: una
niebla.
una
bruma.
una
lluvia.
un
recurso asignado,
Para ti, esta
lluvia:
de 39 días y un
día
de 39 noches y
una noche:
Después:
BESARÁ TUS
LABIOS,
y a repoblar
la tierra
Saaaa, no
porque lo hayas escrito, caerá a tus pies.
(Por malo, traicionero, torturador, en uniforme,
vicioso y deslenguado),
y no crean que
esto es fácil. No conocen a mi madre.
salten
al final.
![]() |
(lee un cuento clásico) |
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