Proclama
12 = (10 + 2)
Declaración de casi certezas
El trillado
camino, cercado de sirenas
como aullidos
casi acogedores o copones verdes
y ahítos
tú
la verdad, esa
privada transacción en oscuras finanzas;
y la vida por su
lado a pleno exterior;
y algunos otros,
como caracoles cansados,
y estrellas
ciertas opinando cualquier cosa,
esplendor
empecinado irreverente
refulgir ante
ciegos:
diademas de
culpa y desosiego.
Solo tú, y tu
cuerpo como pan. El pan. El pan.
Esas noches
compartidas a la intemperie
el agotamiento
de la espera.
Cuando estrella perdían
el rumbo.
Solo tú, y tus
besos como vino. El ánfora,
las ilusiones
del ánfora. Las quebraduras.
Días útiles de
búsquedas desoladas,
y cansancios hasta
el retorno y la llegada.
Locura de tu
hambre cotidiana / oblicua en su acicate:
Salmos y
versículos y oscurecer la tristeza.
Esos desalmados
sonetos encuadrados
sugiere la
perspectiva días de nostalgia / poderosas
esperas y la más
cruenta salvación de las horas
pesares:
Torpeza de su
sed de cada día.
Por ti, subidos a
ese camino extraño
angosturas donde
el rechazo / y los cilicios
adornan lotos, azucenas
contritas, picados filos
signan el
esfuerzo:
y tu cuerpo espera
escurriendo su certeza.
Por ti, labrados
este astuto cáliz de esperanza
como niebla / o
dale y dale:
y tus besos le
bebían, (lo estragaban)
ausencia segura
y diestra.
A veces, aromas
compartidos, esos retrasos
donde naufragan
ardores / y renuncias.
Rugido, o, a
penas susurros, por los ecos
como espejos
idiotas:
Donde silenciar
en la montaña
y su cumbre,
parecía exigencia / maitines y salterios.
Como un trote
agotado, lleno de humaredas y tiritos.
Su verdad de
tiempo prolongado.
La más soterrada
trampa para acojos.
Su camino de
zarzas escondidas.
Esos cierres de
ojos.
Esos rasguidos
de nylon.
Su paso de
higueras renovadas.
Cuando acaba la
bencina y viene lo bueno.
Idas a las boites,
donde los atrapes.
A la escuela de
astringencias y dulzores.
El sendero de
las dudas.
Si no le
hubieras acogido,
cuerpo de
trigales, pisoteadas chispas, hojalatas tiritonas,
labios de viñas
antes de la poda,
sacacorchos
cesantes, algunos vasos,
aún las
tinieblas / o lo más cierto de lo oculto:
la promesa, la luz sólida, el planeta de los
sueños:
Ciego de
palabras, lúcido en atrape.
Mudo de visiones
que podrían renovar.
Torpe y
renuente.
Su rama, su volcán, su luz y primavera.
Todo lo abarcas hasta
el verbo que oculta.
Todo lo
contienes con la carne putrefacta.
Todo lo desvías y
la vida tartamuda, suspensa,
apenas esas
flores dudosas / o pizarrones vacíos.
Y un repaso, y
una prueba, y una ida
a Farellones, las
cadenas.
La muerte también.
El desacato igualmente.
La promesa tan como incierto
como forma de paloma.
Oye estamos
solos
¿y qué?
nadie ha venido
nunca nadie viene
nadie vendrá.
¿Te preocupa?
El incierto
destino, la gloria o la congoja que renueva
el retorno de
brujos vengativos.
Bueno, te iré a
dejar
pero eso será
mañana.
Como si fueras
un 18 de Brumario.
Eso será mañana.
Esta noche
prefiero tus ronquidos.
(Prefiere sus
ronquidos).
Lo diablo conocido mejor que lo divino incierto..
Lo diablo conocido mejor que lo divino incierto..
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