lunes, 14 de noviembre de 2011

12 = (10 + 2): Declaración de casi certezas

                 
                 









Proclama




12 = (10 + 2)

Declaración de casi certezas





El trillado camino, cercado de sirenas
como aullidos casi acogedores o copones verdes
y ahítos
la verdad, esa privada transacción en oscuras finanzas;
y la vida por su lado a pleno exterior;
y algunos otros, como caracoles cansados,
y estrellas ciertas opinando cualquier cosa,
esplendor empecinado irreverente
refulgir ante ciegos:
diademas de culpa y desosiego.

Solo tú, y tu cuerpo como pan. El pan. El pan.
Esas noches compartidas a la intemperie
el agotamiento de la espera.
Cuando estrella perdían el rumbo.
Solo tú, y tus besos como vino. El ánfora,
las ilusiones del ánfora. Las quebraduras.
Días útiles de búsquedas desoladas,
y cansancios hasta el retorno y la llegada.

Locura de tu hambre cotidiana / oblicua en su acicate:
Salmos y versículos y oscurecer la tristeza.
Esos desalmados sonetos encuadrados
sugiere la perspectiva días de nostalgia / poderosas
esperas y la más cruenta salvación de las horas
pesares:
Torpeza de su sed de cada día.

Por ti, subidos a ese camino extraño
angosturas donde el rechazo / y los cilicios
adornan lotos, azucenas contritas, picados filos
signan el esfuerzo:
y tu cuerpo espera escurriendo su certeza.

Por ti, labrados este astuto cáliz de esperanza
como niebla / o dale y dale:
y tus besos le bebían, (lo estragaban)
ausencia segura y diestra.
A veces, aromas compartidos, esos retrasos
donde naufragan ardores / y renuncias.

Rugido, o, a penas susurros, por los ecos
como espejos idiotas:
Donde silenciar en la montaña
y su cumbre, parecía exigencia / maitines y salterios.
Como un trote agotado, lleno de humaredas y tiritos.
Su verdad de tiempo prolongado.
La más soterrada trampa para acojos.
Su camino de zarzas escondidas.
Esos cierres de ojos.
Esos rasguidos de nylon.
Su paso de higueras renovadas.
Cuando acaba la bencina y viene lo bueno.
Idas a las boites, donde los atrapes.
A la escuela de astringencias y dulzores.
El sendero de las dudas.

Si no le hubieras acogido,
cuerpo de trigales, pisoteadas chispas, hojalatas tiritonas,
labios de viñas antes de la poda,
sacacorchos cesantes, algunos vasos,
aún las tinieblas / o lo más cierto de lo oculto:
la promesa, la luz sólida, el planeta de los sueños:
Ciego de palabras, lúcido en atrape.
Mudo de visiones que podrían renovar.
Torpe y renuente.
Su rama, su volcán, su luz y primavera.

Todo lo abarcas                hasta el verbo que oculta.
Todo lo contienes     con la carne putrefacta.
Todo lo desvías                y la vida tartamuda, suspensa,
apenas esas flores     dudosas / o pizarrones vacíos.

Y un repaso, y una prueba, y una ida
a Farellones, las cadenas.
La muerte         también.
El desacato       igualmente.
La promesa       tan como incierto
como forma      de paloma.

Oye estamos solos
¿y qué?
nadie ha venido
nunca nadie viene
nadie vendrá.

¿Te preocupa?
El incierto destino, la gloria o la congoja que renueva
el retorno de brujos vengativos.
Bueno, te iré a dejar
pero eso será mañana.

Como si fueras un 18 de Brumario.
Eso será mañana.
Esta noche prefiero tus ronquidos.
(Prefiere sus ronquidos).
Lo diablo conocido mejor que lo divino incierto..


          



                      

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