Encuentro Definitivo
20
Acenlases
Aftermath
¿Y has llegado entre palmas celestiales?
Ah, los dejos, las sombras encandilan.
Los árboles cambian tan lentamente: / superan al
destino,
desde pulgas ahítas, / huiros secos / y dos y dos son
cuatro.
¿No te parece etéreodulce, para tan poco desencuentro?
Nubes enmarcan
tu celeste, ardores esos subrepticios,
esos como cuando
alguien sexos de colores,
texturas y
perfumes: liberarse del viento
porque si
esparce la ceniza más allá del ámbito
adecuado las
llamas renovarán el bosque pero otros
cosechadores en
otro tiempo serán. Otros usarán los velos:
¿Y tu qué:
recuerdo gustoso? o ruina aparecida?
Tú, el alfa y el
omega, el color adolorido
ése que atrae y
perpetúa, rebalsa y duermevela
en la playa
zumagada / esa donde convocaste
esos sonidos-sonidos:
uno que otro luminoso:
ya muy alejado
de las cenizas y desiertos
vestida bruma
sagrada, no como salida del cráneo,
como ese olor de
ciruelas perpetuas destinadas
a ser otras en
sus aromas de vida:
o esplendecente
torre de marfil?: piedra de molino al cuello:
vista pero ya no
recordada.
Tus brazos en
actitud de pararrayos, en esas texturas
luminosas, esos
sortilegios, esas cábalas proféticas,
esas texturas
retorcidas en las cumbres
conjuradas palmas
terribles abiertas a las líneas del destino,
pararayos:
ahuyentar los pavos reales
al almacén allegarse
por velas y fósforos
y bueno ya
que estaba
but, but,
totalmente pasado de moda.
Pero allá tú.
Búfalo torcuato. Resblandecido.
Virgen que
retorna, / sin la menor duda, por
el camino de los
pinos sagrados, / o en la arena
seca de la duda,
en el regreso al fin,
¿en la ciénaga o atrapa?
Ya, DEJA INTERRUMPIR
todos ven tu
postal de galaxia?
en las tardes
como destino de dudas
justo después
quel conjuro involucione tremenda
explosión y
todos aparezcan pachuchos:
En los sollozos,
en la mariposa extraviada.
Qué postal ni que
ocho: estampillas triangulares:
Solo la infancia
conoce el desencuentro.
A propó de
galaxias, sabías que el universo-el escurridizo
en la tierra, no
es escalable? como ADN de sistema
Ni sus amores
escalables a contingencias:
porque no hay
dos lunas, ni el eclipse produce el encuentro:
En esta palma la
vía láctea; en la otra Andrómeda
y la tierra
sumergida Oh punto matemático
como virtual de
fractales aventando recovecos
como ese camino
de los pinos en la arena
al interior de quark,
convaleciente: Nada.
Como decir Aquí
Dios, y el hombre?: Nada.
No como el mapa
en la Mongolia escalable y los brazos
en actitud de
pararrayos
y los restos
erosionados del encuentro:
los terribles
saurios recuerdan la cordura.
Las pulgas secas
recuerdan, los huiros aletargados?
Pero sigue. Como
ruina en una página, recuerdan.
Por eso, quemó
incienso en todas las cumbres
la fantasía,
según arameos y jeroglíficos
y hasta los
famosísimos etruscos se dieran enterados:
Al menos, su
tierra hombre, su tierra
perro:
Por eso mismo,
imitando la leyenda, el mito?:
Esperó más de
siete días la llegada del rayo.
La avalancha del
destino, el señor de la tormenta:
Puesto que
estaba negro en el estómago, como dijo,
tu promesa, como
libro de esperanza, la fama
ya / muchos
comos consignados, y sigues con el hambre
ya todo resuelto
para nada.
Muchos yas! no
reportan: en salvo la entrega
de la honra como
plumas en la cabeza clavadas,
y hasta los choznos:
Y amargo en la
espera, y nunca sonrisas y
alucinaba, no,
nadita,
dulce como palma
en su vientre,
ni falta que
le hacía
y amargo,
amargo, amargo,
como decisión
tomada para otro,
como escuchando
y oyente puesto que eso lo sabemos.
La tierra
renovante, virgen casquivana,
ven tu rastro de
galaxia, todos,
ante cada uno de
tus fracasos
bueno es un
decir, tal vez no todos:
no aquellos que
al rubor imitan, en la playa:
zumagaban, no
aquellos.
Ver: aristocrático
y pendenciero.
No ver, da
dividendos.
Decir, ripia el
resultado.
Insinúa,
estrambóticas relaciones entre palmas y destinos,
entre las
lejanías,
exiliar de las
reglas no en costumbre,
la tradición que
nos lastra y eleva.
Ya, saliste con
la tuya.
O tal vez sí,
aún los recalcitrantes,
en jaguares no
hay + que gusto a mucho
y poco; muy poco
de criterio en los márgenes
confundidos:
Playas llenas de
pulgas ateridas y huesos
huesos, muchos
huesos:
Amadas de la patria,
si las permi-tierna-de-cierto la retórica?
¿Quién más dulce
que lamiel y más fuerte que elpuma?
Miel y puma
hacen a la infancia.
Ahí la
respuesta, la relación en la sima:
¿Quién por meses
aquejó las cumbres de la espera?
Ahí el destino.
¿Quién, en la
encrucijada llorosa, con su derecho velado,
rescató su
anillo, su futuro, su anillito de serpientes?
Ahí la
desvergüenza.
El sacrificio de
la hija.
Virgen de la
nada, como título, algunos ven
tu belleza de
galaxia desmembrada,
en encuentro. Su
varita.
Dale con las galaxias.
Amadas,
a pesar de los
pesares:
ulmos
esplendecen de mieles, miren,
alfombran su
corso de canto prometido,
huesos, huesos,
muchos huesos
los poleos
celestiales, aquellos
como perfectos.
Muchos más
huesos.
Miren, los notros enrojen de amor
surco de su
presencia cautiva
calaveras,
fémures
los campos, sus colores,
su retorno.
Mi infancia,
alfa y omega
sonidos y luces
escudo y reposo,
mi etcétera y et
caetera.
Esqueletos por
docenas. Quijadas.
Virgen,
dejas que la espada,
tu boca,
vuelvan a sus
madrigueras, muy a mis pesares,
ven tu ternura
de galaxia,
aun aquellos que
te hirieron y ya tienes perdonados,
rótulas y metacarpios
muy muy a mis pesares, insisto,
desdobletus tiempos y corduras
a consumir tus luces, la permanencia,
el llamado de la especie:
lo único cierto, aún más, más
que la condena, y más,
mucho más, que los muros los muros.
Sí, por supuesto,
lo único cierto:
El canto de la especie:
Buenas noches
no me despiertes tempranorendida estoy
buenas noches.
Mañana será otro día.
ya lo veremos.
Cinobiales:Secretos y vergüenzas.
Nada que se parle en sobremesas o pasillos.
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