lunes, 14 de noviembre de 2011

18 El complemento circunstancial: Intermedio II: Puntos de vista imaginarios

                 
                









Comunicado Final


18

El complemento circunstancial

Intermedio II: Puntos de vista imaginarios




Recuérdese que el intento de subvertir la lengua,
          apachucharla
piras, recursos truchos a la sintaxis de botas
7 retrocesos y un mercado en Chicago
          reducir sus aristas
peticiones gramaticales de joyas
sonserías varias en cuanto repartijas
las huellas, los estropicios en las provincias
          reducirlas a catecismos
ocultan en el mar, en las laderas
lucir en los banquetes cualquier esmalte simplón
comunicados promoviendo terror a los recursos
idiomáticos en la capital ventilan los prohombres su gozo
          buena para ordenanzas y letrinas
como charreteras para vinagre,
salió por la culata
capitanes y tenientes compartiendo la lengua de generalas
los beneficiados nada vieran
o al menos al tiro lucía sus joyas, sus simplezas
          su absoluta falta de sintaxis
los engreimientos de matrona
lo esperan ojos sin cataratas:
anteojos ahumados
¿O es un espejismo?

Comuníquese que otra vez somos libres
de ir al Bin Ban Bun ya no puedes
ese monumento despanzurrado: el daño colateral
la educación se transa / la bestia bisutera
no hay tiempo de sonetos / ni nuevos Marat-Sade
y del oprobio para pronunciar nuestro idioma
y refocilarlo / ya ni declarar puedes
sin vergüenza, o con vergüenza,
pero DECIRLO sin marchas, ¡menos mal!
solo canciones al emprendimiento
ni esas largas bien urdidas civiles alabanzas
¿o es un espejismo?

Declárase que el golpe a la gramática de la estampa
sus serruchos, los interrogatorios con vendas,
ha sido contenido, y el otro también, tal vez
esas cavernas de miedo al cajón
y no del Maipo / tal vez por el Melocotón
alalarga, aunque más dudoso
lo oculto en lo dicho / esa prudente sordera
esa eficaz ceguera tan conveniente
en tanto no escaseen, / o es un espejismo.

Absuélvase la z
en la acusación de complicidad
la subversión de imágenes sagradas
la Carmela vistióse de uniforme “no veo”
“no sé” / el cardenal fue rojo / no más que rojo
de otros matices y geranios
como cristal colorado que algo sí la pesadumbre
ya farrearon la cuenta como sol puesto
sin amanecer
y conniventes a sus mentiras, / mas sublímanse
los resblandecidos que lo creyeran posible
el misterio de la redención:
el más libre de los mercados
puesto que de ellos será el reino, / o es
un espejismo.

Ni olvídense para siempre a pesar de los morados
los mírricos, / las diarreas presbiteriales,
las clasecitas del epígono y su crítica,
sus malescritos comunicados, sobretodo
el 69, y el 33, sin dejar de lado
esos premios esparcidos para oprobio de futuros
y el 1, desde el 1 adelante y sucesivos hasta el Once
/ que sin memoria de nada serviría la gramática
¿o es un espejismo?
Y los números, los números,
salgan como de un aguacero,
y retornen las series, a sus medias
las derivadas, a sus integrales, brillen.

Mustia te han visto por el camino, tu cuerpo
desgarbado y contrito
esas visiones que imploran su creencia
los gentiles mojantes helechos
has compartido
el pan y el vino y en señas de
retorno. ¿y si fuera cierto?

Alguien dijo no creer en tu piel de calamina
embreada y a rejones,
a bayoneta calada
nunca faltan,
el camino discipular: la construcción de detalles
tomando su mano dejas acaricien tu vientre, épale,
esos corvos, esos no vi nada,
ya no dudan de tus manos:
tu olor sagrado de turbio gentil has esparcido
en las recámaras: bajo los puentes
¿y si fuera cierto?

En la medida de los posible, estamos
sonandonados / volantines cortados en la falta de brisa
como si viendo los cuatro caballos relinchar a gusto
como tarro cucarro y sonriente, llenos de clarines,
llenos de enlaces
de miedo, con la demo cristiana diarrea
corriendo a Londres al rescate magnicida
y la socia lista panzers acompañando
la mantención de la grandeza
porque una sillita de ruedas todo lo puede:
Purificado basalto, escombros renovados.

Hambre de techos, la turquesa recatada.
Placas tectónicas, tu encuentro como escarbando fósiles:
Re-catado, marcial, lleno de mugre y lodazales
guerrero, como corresponde.
Escriturado y dicho. Hasta las playas, las dunas y cales.

Regresa tu estalactita,
pápapa-pán,           pápapa-pán,           (redoble)
coge tus manos, ya casi, entre un bostezo y otro bostezo
tu rosa menos profunda abierta se ha
mustia agonizante, renaciendo y llorando
corsa llena,
poro-pón               poro pón     poro-pón,    (sigue el redoble)
propicia a la consumación, a la foto instantánea
a la amargura
la primera página a todo despliegue
porque no debemos sorprender
no debemos hacer el olvido gordo,
las reacciones del retorno agujereado
el quid del asunto.

Ah, la más tenue de la vestales sagradas
altar reconstruido  dulce como prieta a la carrera
mantos has depositado: vicuña ciega, coji tranca
no se sabe quién, / importan los chamullos
cuando musitan bien intencionados?
trarilonco de plata en lo lejano, serpentina de lata
pero lo sospechan,
trapelacuchas más singulares / cuadros de nylon
en tiempo circular, eclesiastizado,
como ves, nada creíble,
pero a falta de pan
denle cuatro, a tonos con la resultante:
4 anteojos ahumados
unos chequecitos bajo cuerda
Pa-pán.
Termina el redoble.
Pa pán, su eco.
Pa pán, el llanto.

Es bueno que estos textos sean tristes: así nos conmovemos
y por alto pasamos sus muchas faltas: y aunque no sintamos
ni un grado tres siquiera: lo ocurrido ya no tiene
vuelta y las palabras y sus galimatías no cambian aquello.









                
                 

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